jueves, 13 de octubre de 2016

De la intranquilidad de los cultivos ilícitos a la rentabilidad del cultivo de maracuyá


Familias de la vereda San Isidro del municipio de Arauquita en el departamento de Arauca, reemplazaron los cultivos de coca por los cultivos de maracuyá, convirtiéndose en uno de los proyectos de unidades productivas más importantes del SENA en esta región.

Desde hace cuatro años un gran número de familias de la vereda San Isidro del municipio de Arauquita en el departamento de Arauca, reemplazaron los cultivos de coca por los cultivos de maracuyá, convirtiéndose en uno de los proyectos de unidades productivas más importantes del SENA en esta región.

En el año 2012, 45 familias cansadas de la incertidumbre e inestabilidad, generados por la siembra y cosecha de cultivos ilícitos, decidieron buscar una mejor manera de sacar adelante a sus familias, un negocio que fuera rentable, seguro, estable y que a largo plazo les permitiera proyectarse como empresarios.

Con el programa del SENA que aporta a la disminución  de la pobreza extrema rural y aumenta la inclusión social económica de los pobladores a través del emprendimiento, denominado programa SER - SENA Emprende Rural – la entidad apoyó con la formación a estos productores en el cultivo de maracuyá y el inicio de sus unidades productivas.

“Nosotros no teníamos idea de cómo se trabajaba la maracuyá, su cultivo y los controles, y el SENA nos brindó el apoyo técnico para iniciar, y desde eso siempre ha estado con nosotros, apoyándonos con cursos, recursos y proyectos de investigación”, señaló Duván Albeiro Cadavid, uno de los productores de maracuyá del sector.

El éxito del proyecto, en el cual se están produciendo 25 toneladas de maracuyá semanalmente, también se debe a la estrategia por parte del Gobierno Nacional, en la reducción sostenible de los cultivos ilícitos, estipulado en los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC, con los que se busca poner fin al conflicto.

Según el informe del año anterior de la Oficina de la Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en los últimos 11 años, cerca de 180.000 familias atendidas, cerca de 8.000 veredas y más de 600 organizaciones han logrado mejorar sus condiciones de vida y enfrentar el futuro en un marco de legalidad en Colombia.

Para el departamento de Arauca, la región muestra una tendencia a la reducción del área sembrada con coca desde 2007, pasando de 9.334 hectáreas en el 2007 a 536 hectáreas en el 2015.

El proyecto que reemplazó la siembra de cultivos ilegales, por el fomento del cultivo de maracuyá para su transformación, está planteado a 10 años, el cual ha logrado que estos productores se conviertan en empresarios de la maracuyá, en el que además de cultivar, se lleve a cabo un proceso de transformación de la pulpa y comercialización, como diversificación de los ingresos.

“La lectura que se tiene de este proyecto, es el sueño que hemos tenido como institución, de ser partícipe de este tipo de proyectos como generadores de paz  y que aportan al desarrollo del sector agropecuario en la región”, indicó Eddie Yovanny Millán, Director Regional del SENA en Arauca.

Aprofrusa es el nombre de la Asociación de productores de maracuyá, que crearon los productores de la región a fin de organizarse para comercializar su producto. Actualmente, 120 socios pertenecen a esta asociación, que ha logrado fortalecer el trabajo de un gremio que encontró en la legalidad de un cultivo, mayores beneficios y mejor rentabilidad, para su región y desarrollo.

“La gente está muy contenta con el cultivo de maracuyá porque es muy rentable, da una mejor economía para el campesino. Son buenos los resultados en estos 4 años que llevamos trabajando con esta fruta, ha sido algo sorprendente hasta donde hemos llegado”, expresó Pascanio Cadavid, uno de los principales socios de Aprofrusa.

Lo que inició como un ensayo, para probar si esas semillas germinaban en ese terreno, ha logrado que entidades como Prosperidad Social, la ONU y la Gobernación de Arauca,  aporten equipos para la transformación de la fruta y recursos para la construcción de la planta procesadora.

Un total de 150 hectáreas se encuentran en producción del cultivo de maracuyá, y se espera que para final de año la cifra aumente a 200, lo que significará mayor producción.


Para el próximo mes, el SENA iniciará un proyecto de investigación con el cual se busca generar datos comparativos sobre las características de la tierra, a partir de la reproducción de la mata de maracuyá en diferentes escenarios. Lo que llevará a identificar de qué forma es más efectiva cultivar  maracuyá, si con químicos, productos orgánicos u organismos de alta montaña, para más resultados con reducción en costos para mayor ganancia al campesino.

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