De la intranquilidad de los cultivos ilícitos a la
rentabilidad del cultivo de maracuyá
Familias de la vereda San Isidro del municipio de Arauquita
en el departamento de Arauca, reemplazaron los cultivos de coca por los
cultivos de maracuyá, convirtiéndose en uno de los proyectos de unidades
productivas más importantes del SENA en esta región.
Desde hace cuatro años un
gran número de familias de la vereda San Isidro del municipio de Arauquita en
el departamento de Arauca, reemplazaron los cultivos de coca por los cultivos
de maracuyá, convirtiéndose en uno de los proyectos de unidades productivas más
importantes del SENA en esta región.
En el año 2012, 45 familias cansadas de la incertidumbre e
inestabilidad, generados por la siembra y cosecha de cultivos ilícitos,
decidieron buscar una mejor manera de sacar adelante a sus familias, un negocio
que fuera rentable, seguro, estable y que a largo plazo les permitiera
proyectarse como empresarios.
Con el programa del SENA que aporta a la disminución de la pobreza extrema rural y aumenta la
inclusión social económica de los pobladores a través del emprendimiento,
denominado programa SER - SENA Emprende Rural – la entidad apoyó con la
formación a estos productores en el cultivo de maracuyá y el inicio de sus
unidades productivas.
“Nosotros no teníamos idea de cómo se trabajaba la maracuyá,
su cultivo y los controles, y el SENA nos brindó el apoyo técnico para iniciar,
y desde eso siempre ha estado con nosotros, apoyándonos con cursos, recursos y
proyectos de investigación”, señaló Duván Albeiro Cadavid, uno de los
productores de maracuyá del sector.
El éxito del proyecto, en el cual se están produciendo 25
toneladas de maracuyá semanalmente, también se debe a la estrategia por parte
del Gobierno Nacional, en la reducción sostenible de los cultivos ilícitos,
estipulado en los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC, con los que se
busca poner fin al conflicto.
Según el informe del año anterior de la Oficina de la
Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en los últimos 11 años, cerca de
180.000 familias atendidas, cerca de 8.000 veredas y más de 600 organizaciones
han logrado mejorar sus condiciones de vida y enfrentar el futuro en un marco
de legalidad en Colombia.
Para el departamento de Arauca, la región muestra una
tendencia a la reducción del área sembrada con coca desde 2007, pasando de
9.334 hectáreas en el 2007 a 536 hectáreas en el 2015.
El proyecto que reemplazó la siembra de cultivos ilegales,
por el fomento del cultivo de maracuyá para su transformación, está planteado a
10 años, el cual ha logrado que estos productores se conviertan en empresarios
de la maracuyá, en el que además de cultivar, se lleve a cabo un proceso de
transformación de la pulpa y comercialización, como diversificación de los
ingresos.
“La lectura que se tiene de este proyecto, es el sueño que
hemos tenido como institución, de ser partícipe de este tipo de proyectos como
generadores de paz y que aportan al
desarrollo del sector agropecuario en la región”, indicó Eddie Yovanny Millán,
Director Regional del SENA en Arauca.
Aprofrusa es el nombre de la Asociación de productores de
maracuyá, que crearon los productores de la región a fin de organizarse para
comercializar su producto. Actualmente, 120 socios pertenecen a esta
asociación, que ha logrado fortalecer el trabajo de un gremio que encontró en
la legalidad de un cultivo, mayores beneficios y mejor rentabilidad, para su
región y desarrollo.
“La gente está muy contenta con el cultivo de maracuyá
porque es muy rentable, da una mejor economía para el campesino. Son buenos los
resultados en estos 4 años que llevamos trabajando con esta fruta, ha sido algo
sorprendente hasta donde hemos llegado”, expresó Pascanio Cadavid, uno de los
principales socios de Aprofrusa.
Lo que inició como un ensayo, para probar si esas semillas
germinaban en ese terreno, ha logrado que entidades como Prosperidad Social, la
ONU y la Gobernación de Arauca, aporten
equipos para la transformación de la fruta y recursos para la construcción de
la planta procesadora.
Un total de 150 hectáreas se encuentran en producción del
cultivo de maracuyá, y se espera que para final de año la cifra aumente a 200,
lo que significará mayor producción.
Para el próximo mes, el SENA iniciará un proyecto de
investigación con el cual se busca generar datos comparativos sobre las características
de la tierra, a partir de la reproducción de la mata de maracuyá en diferentes
escenarios. Lo que llevará a identificar de qué forma es más efectiva
cultivar maracuyá, si con químicos,
productos orgánicos u organismos de alta montaña, para más resultados con
reducción en costos para mayor ganancia al campesino.
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